Internet es la red en la que están conectados millones de equipos y dispositivos. Todos estos equipos necesitan direcciones IP (Protocolo de Internet) para poder funcionar y ser visibles en Internet.

Hasta ahora, se utilizaba un direccionamiento llamado IPv4; este protocolo permite direcciones de 32 bits y, por lo tanto, existen un total de 4.294.967.296 IPs disponibles en el mundo, una cifra que, evidentemente, hoy en día resulta completamente insuficiente.

El Protocolo IPv6 es un nuevo protocolo con el cual se puede generar un direccionamiento IP mucho más largo y complejo, ya que combina caracteres alfanuméricos (letras y números).

De hecho, al tener 128 bits, nos permite un total de 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456 direcciones IP diferentes.

Ejemplo IPv6: 2001:0db8:85a3:08d3:1319:8a2e:0370:7332

Ejemplo IPv4: 255.255.255.255

Actualmente, la utilización de este nuevo sistema de direccionamiento IP no supone más de un 25% aproximadamente de todo el tráfico mundial que se genera en Internet. Aunque este direccionamiento nos permitirá tener mucho más recorrido en la red, todavía estamos lejos de que se convierta en el estándar de conexión, por lo que durante unos años convivirán ambos protocolos de IP.

Al tener nuestros sistemas adaptados en XTA, todas las nuevas conexiones salen por defecto con una dirección IPv6 integrada que convive con un sistema de CG-NAT. Esto permite vincular la conexión con una dirección IPv4 que, a su vez, utilizan otras conexiones, permitiendo así la compatibilidad con todos los sistemas. Solo en caso de disponer de sistemas que deban ser visibles directamente en Internet necesitaremos una dirección IPv4, la cual podemos asignar con un coste adicional de unos 5 € mensuales.

Problemas y riesgos que puede suponer la implementación del IPv6, sobre todo en el ámbito de empresas.

Como hemos mencionado anteriormente, el principal problema es que se trata de un sistema que no todos los actores en Internet han implementado aún, por lo tanto, hay servicios que todavía no están adaptados. Esto puede implicar que, al tener solo el sistema IPv6 en funcionamiento, no se pueda acceder a ciertos servicios por ser incompatibles con este nuevo direccionamiento.

Asimismo, a diferencia del IPv4, cuando establecemos una conexión a Internet a través de un router, toda nuestra red sale con una única IPv4. En cambio, el IPv6 actúa como una pasarela que permite que todos los dispositivos de nuestra red tengan una IPv6 propia en Internet y, por tanto, sean visibles de forma directa.

Desde XTA siempre recomendamos el uso adecuado de los equipos conectados y que estos dispongan de sistemas de antivirus y cortafuegos protegidos y actualizados. De esta manera, siempre será mucho más difícil la intrusión o infección de algún programa malicioso.