“Sin duda ha sido una experiencia muy enriquecedora y llena de emociones. Poder compartir tiempo y vivencias con ellos, entender sus situaciones bio-psicosociales y conversar sobre sus expectativas y planes de futuro te hace comprender la importancia de la educación, la red de apoyo y el acompañamiento de estos adolescentes en su proceso de crecimiento personal y expansión vital. Al final, tomas conciencia de que la motivación sí que existe dentro de cada uno de nosotros, pero que de vez en cuando, sentirse escuchado y valorado te da el impulso necesario para luchar por tus objetivos, sean los que sean. Compartir experiencias desde la empatía es fantástico, he aprendido mucho de ellos.”

“Personalmente, al principio los veía un poco cohibidos, pero enseguida se abrieron y me contaron un poco sobre lo que querían para su futuro, hablando también un poco sobre la vida en general. Al terminar la sesión, nos reunimos y pudimos compartir nuestra visión de cómo había ido el día. Personalmente, me llegó cada una de las vivencias que me contaron; sinceramente, no pensaba que estos chicos llegarían a conectar tanto conmigo ni que pensaría en ellos cada día. Cuando los recibimos en XTA, fue un momento especial. Mercedes, quien organiza este programa, nos dijo: “Recuerden sus caras al llegar y al marcharse.” Sus caras al llegar reflejaban un día más, pero al final, sus expresiones eran de felicidad por haber pasado un gran día.”

“No dudé en participar, aunque también fue un pequeño reto personal por la implicación emocional que conllevaría. Sin embargo, quizá ellos, sin ser conscientes, también enseñan y aportan mucho. Estoy muy orgullosa de haber formado parte de HdV, aportando mi granito de arena a estos estudiantes, que sin duda son totalmente capaces de lograr todo lo que se propongan.”